La pasada semana y enmarcado en la celebración del 8 de marzo contra la desigualdad, la discriminación y la violencia, y por una educación libre de sexismos, la Federación de Enseñanza de CCOO presentaba el libro ‘Género y coeducación, de Carmen Heredero’. Su autora ha sido secretaria de Mujer e Igualdad de esta Federación y, en la actualidad, la representa en el Consejo Escolar del Estado.

La obra describe la evolución de la educación femenina en España desde la ilustración hasta la actualidad, analiza el actual sistema educativo y los elementos de discriminación femeninos que aún mantiene, cuestiona el llamado éxito escolar femenino, puesto que el sistema educativo no combate los estereotipos vinculados a los sexos y encamina de forma estereotipada al mercado laboral a chicos y chicas, y propone una serie de medidas y cambios necesarios que se han de incorporar en todos los centros educativos con el objetivo de universalizar la coeducación.

Se trata de un libro que la Federación de Enseñanza quiere hacer llegar al profesorado y a toda la comunidad educativa, pues como dice Marina Subirats, que escribe su prólogo, es “un libro que llega a tiempo, cuando más se necesita saber cómo actuar, qué hacer y en qué dirección movernos. Un libro para nuevos tiempos en los que las mujeres no seamos las convidadas de piedra en el conocimiento y en la cultura”.

Al hilo de dicha publicación, el portavoz de Educación de IU-Verdes de Cieza, José Monteagudo, ha valorado de positivas medidas como la recuperación de la asignatura de educación cívica con carácter universal, la revisión de materiales didácticos para evitar el sexismo y la potenciación de la escuela mixta y la coeducación, todas ellas contenidas en el proyecto de modificación de la LOE aprobado recientemente en Consejo de Ministros.

Sin embargo, el portavoz lamenta que “no vayan a ver la luz y reclama mayor contundencia en la incorporación de iniciativas que avancen hacia una educación igualitaria: la educación mixta es un valor irrenunciable, que ha supuesto grandes avances para la educación femenina, que posibilita un mismo currículo para chicos y chicas y la oportunidad para ejercer la convivencia y el respeto entre los sexos y la resolución de los conflictos que puedan darse entre ellos”.

Finalmente, Monteagudo ha incidido en que “la formación del profesorado y la incorporación de medios humanos y materiales en los centros para una práctica coeducativa generalizada requieren de una dedicación de esfuerzos que las administraciones educativas no realizan en la actualidad”.

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